Se trata de un reportaje a un gremialista neuquino realizado el año pasado. Pueden bajarlo en formato Word tamaño A4, haciendo click en el título de la noticia.
La larga espera de Zanon (Página 12, 5 de Septiembre de 2011)
Los trabajadores de Fasinpat exigen que se concrete la expropiación de la empresa recuperada. El dirigente ceramista Omar Villablanca contó que tienen 451 empleados y todos cobran el mismo salario.
Por Elio Brat, Desde Neuquén
Después de cumplirse diez años de gestión obrera en la fábrica neuquina de Cerámicos Fasinpat (Fábrica Sin Patrones), más conocida como Zanon, sus trabajadores siguen reclamando la efectivización de la ley de expropiación sancionada por la Legislatura de Neuquén hace dos años. Exigen que el gobierno de Jorge Sapag (MPN) cumpla la ley y la concrete a nivel judicial, donde se lleva adelante la quiebra de la ex Zanon. Página/12 habló con Omar Villablanca, secretario general del Sindicato de Obreros Ceramistas de Neuquén, sobre la demora que arrastra esta expropiación y sobre la actual situación en una de las fábricas recuperadas de la Argentina más reconocidas a nivel mundial.
–La expropiación de Zanon fue votada y sancionada el 12 de agosto de 2009. El proyecto lo impulsó el bloque del gobernador Jorge Sapag. ¿Por qué esa expropiación no se concretó?
–Uno de los factores fue que apostaron a que nos cayéramos solos. A fines de 2008 y principios de 2009 varias fábricas volvieron a cerrar con despidos especialmente en el área de la construcción. Pensaron que una fábrica como la nuestra que no tenía una espalda económica para sostenerse y sin acceso a créditos se iba a caer por su propio peso. Pero no fue así.
–¿Qué pasa ahora?
–Si bien para la comunidad de Neuquén es muy difícil que esto se retrotraiga, hemos retrocedido un par de pasos porque hay pedidos de inconstitucionalidad de la ley y no sabemos quién debe resolver: si la Justicia federal o la provincial. La situación está empantanada.
–¿Cómo se mantuvieron estos diez años?
–Lo más fuerte que tenemos es el trabajo con la comunidad y con las organizaciones sociales, políticas y gremiales. Eso nos fortalece y mueve la balanza al momento que salimos a la calle. Porque la gente sabe que estamos peleando por trabajar. Y este año hemos dado un salto enorme participando en política. Fue una apuesta muy fuerte y la comunidad respondió: hoy los ceramistas tenemos un diputado (provincial Alejandro López) que tiene una banca compartida con el Frente de Izquierda de los Trabajadores, siendo nosotros el reflejo y la cara que votaron más de 12 mil neuquinos, quienes apoyaron la lucha de Zanon.
–Si la expropiación se concreta, ¿ustedes cómo quieren que quede Zanon?
–Nosotros queremos que Zanon pase a manos del Estado porque creemos que es de la comunidad. Obviamente gestionada por los trabajadores, como fue en estos primeros diez años. Allí deberá ser sostenida por el propio Estado provincial, destinando lo que nosotros y otras fábricas de cerámicos recuperadas hacemos, como Stefani, en Cutral Có, y Cerámica del Sur, aquí en Neuquén, a la obra pública.
–Para entender cómo están, ¿cuáles son las cifras?
–Cuando paralizamos la fábrica, el 26 de febrero de 2001, éramos 240 compañeros, entre los cuales había tres a cuatro mujeres. En noviembre de ese año nos echaron a todos y en marzo de 2002 la pusimos a producir. Hoy somos 451 y hay cerca de 60 compañeras trabajando. Arrancamos en marzo de 2002 con diez mil metros cuadrados de producción mensuales y hoy estamos en un promedio de 320 mil. Con un poco de inversión se podrían generar más puestos de trabajo y más producción, pero ese es el proyecto a futuro.
–¿Todos ganan igual en la fábrica?
–Sí, todos tenemos un mismo salario básico. Lo único que nos diferencia es el régimen de trabajo con los turnos. El promedio de salario en Zanon hoy es de cuatro mil pesos.
–¿Qué tan lejos está la posibilidad de desalojo y cuáles son los peligros que pueden hacer fracasar este proyecto autogestionado?
–A diez años y con el consenso que logramos es muy difícil un desalojo. Hay que recordar que hubo cinco órdenes en este tiempo que fracasaron y por eso apuestan a otro tipo de maniobras como son el ahogo económico y la dilación constante. Apostaron a desgastarnos, creyendo que Zanon se iba a caer producto de las crisis que se viven aquí y en el mundo. Muchos esperaron que nos cayéramos solos o que la crisis nos llevara puestos, pero nunca abandonamos la calle. Formar nuestra cooperativa Fasinpat fue un recurso legal, pero nuestra fuerza real estaba en nuestra organización, en nuestra pelea diaria y en la relación con la comunidad. Esa fue y es nuestra fortaleza hoy.
martes, 16 de abril de 2013
EMPRESAS RECUPERADAS
Como siempre, pueden copiar y pegar o descargar el archivo en formato Word, tamaño A4, haciendo click en el siguiente enlace: DESCARGAR APUNTE SOBRE EMPRESAS RECUPERADAS
EMPRESAS RECUPERADAS
Concepto
Un fenómeno que se da en todo el
mundo inevitablemente es que las empresas cierren, ya sea por quiebras, porque
sus dueños las abandonan en busca de nuevos proyectos, entre otros motivos.
Sin embargo, muchas veces los
trabajadores de algunas de estas empresas que han dejado de funcionar deciden
hacerse cargo de la dirección de la misma para defender sus puestos de trabajo:
estas empresas resultantes, gerenciadas por sus ex empleados, son llamadas
empresas recuperadas o empresas autogestionadas.
En algunos casos la recuperación
de la empresa es pacífica y consensuada con los dueños; en otros se logra a
partir de medidas de presión (tomas de fábrica, movilizaciones, etc.)
Historia
Orígenes en el contexto
global:
A lo largo de la historia, se
pueden ver casos de empresas recuperadas en todas partes del mundo; sin
embargo, este fenómeno comenzó aproximadamente en la primera mitad del siglo
XX, sobre todo en Italia en la década del ´20.
Los casos de empresas
autogestionadas en el mundo se han encontrado tanto con éxitos como con
fracasos, desarrollándose la mayoría de las veces en épocas de crisis, donde
los gerentes de la empresa deciden no seguir adelante, pero los trabajadores
optan por tomar el control antes de que tener que quedarse sin lo que para
muchos de ellos era su único ingreso.
Algunos casos que se han dado a
lo largo de la historia son, por ejemplo, el de Yugoslavia (entre 1950 y 1973)
impulsados por el régimen socialista yugoslavo; el de Chile (entre 1970 y
1973), donde más de 125 fábricas estaban manejadas por obreros; el de Brasil,
donde la primera empresa recuperada tuvo lugar en 1991 y actualmente hay más de
200; o el de Argentina:
Orígenes en la
Argentina :
En los primeros años de la década
del 90 comienzan a desarrollarse las primeras empresas autogestionadas y
recuperadas por los trabajadores, si bien existen antecedentes anteriores.
No obstante, desde la explosión
de la crisis de diciembre de 2001 se multiplicaron las empresas recuperadas por
sus trabajadores, intentando de esta manera proteger los medios de producción y
mantener la fuente de trabajo. Un ejemplo de esto es la metalúrgica “Los
Constituyentes”:
-La metalúrgica Los
Constituyentes, una empresa familiar con 45 años en el mercado (llegando a emplear
a 250 personas), en el año 1995 comenzó a decaer, reduciendo sueldos y
personal. En 1998 comenzaron las suspensiones de dos o tres días por semana,
hasta que en noviembre de 2001 la empresa dispuso la suspensión de la planta
por 6 meses. Los trabajadores preocupados por esta situación iniciaron
gestiones ante la justicia que habilitó así una negociación con los
propietarios. Sesenta y ocho empleados exigieron que a cambio de lo adeudado,
el dueño les alquile el lugar para continuar con el funcionamiento de la
fábrica como cooperativa, y de este modo consiguieron poder continuar con las
actividades.-
El comienzo:
A la hora de recuperar una
empresa, es fundamental tener en cuenta la forma que pretenden asumir los
trabajadores que recuperen la empresa.
La mayoría de las empresas
recuperadas se constituyen como cooperativas: éstas consisten en una asociación
de personas que se han unido voluntariamente para formar una organización
democrática, cuya administración y gestión debe llevarse a cabo de la forma que
acuerden los socios (en este caso, los trabajadores)
En un comienzo, los trabajadores
cuentan con los activos fijos (es decir, los medios de producción, las
maquinarias) y su fuerza de trabajo. En algunos casos, también subsisten en la
empresa materiales y materias primas, que les permite avanzar en los primeros
procesos productivos o de servicios.
Sin embargo, inmediatamente se
quedarán sin “capital de trabajo” para funcionar y deberán recurrir al mercado
(pidiendo créditos, contrayendo deudas con terceros, etc.) para poder continuar
con las actividades.
La puesta en marcha de la
producción es uno de los mayores escollos a superar por los trabajadores, pese
a que en los últimos años lograron asistencia oficial de distinto tipo.
La falta de capital de trabajo es
la causa principal por la cual ninguna de las empresas recuperadas puede
mantener su capacidad productiva anterior.
La nueva gestión administrativa:
El hecho de que los medios de
producción pasen a manos de los trabajadores modifica totalmente la cultura del
trabajo, a partir de ese momento, la autogestión, con su poder en la toma de
decisiones, se contrapone a responsabilidades que antes sólo se limitaban a los
dueños, la igualdad en los ingresos, de todos los trabajadores, deja atrás los
salarios según escala jerárquica.
No hay que dejar de tener en
cuenta, que si bien cada trabajador sabe cómo llevar a cabo su tarea dentro de
la empresa, en este caso se trata de la gestión de la misma, para lo cual se debe
contar con conocimientos específicos del área.
Esto provoca nuevos problemas, ya
que a partir de ahora se modifica la anterior y tradicional gestión de la
empresa. Debe considerarse que desde la toma de la empresa, los trabajadores
pasan a decidir sobre el proceso de la organización económica, sin la ayuda de
una dirección propietaria o un núcleo gerencial.
Sin embargo, para mejorar el
funcionamiento de estas empresas se destaca, por ejemplo, el convenio existente
entre el “Movimiento de Empresas Recuperadas” y la “Asamblea se Pequeños y
Medianos Empresarios” (APYME), la cual ofrece asesoramiento profesional para la
gestión administrativa, comercial, de costos, contabilidad, etc.
Actualidad en Argentina
En la actualidad existen 236
empresas recuperadas que emplean a cerca de 20 mil personas, en este proceso de
recuperación de empresas que se ha ido consolidando desde sus comienzos en
nuestro país.
Éstas, no obstante, corresponden
a diversos rubros que incluyen: empresas alimenticias y frigoríficas; siderúrgicas
y metalúrgicas; del vidrio; electrodomésticos; e incluso producción de
tractores, acoplados y material ferroviario, entre otras. Sin embargo, en la
actualidad, las metalúrgicas siguen siendo mayoría entre las empresas
recuperadas.
Al mismo tiempo, este fenómeno de
las empresas recuperadas, si bien cada vez se expande más, desde el punto de
vista legal todavía no está bien establecido. Por este motivo actualmente se
está debatiendo la Ley
de Concursos y Quiebras, por la cual se da resguardo jurídico a las
cooperativas de trabajadores para que puedan asumir el control de empresas
quebradas y seguir operándolas.
La recuperación de empresas por
parte de los trabajadores, es apoyada desde el gobierno, esto se debe a que,
por ejemplo, en el 2009 quebraron 1084 empresas y en lo que va del año fueron
otras 488, y desde el gobierno sostienen que muchas de ellas podrían resurgir
de la mano de sus antiguos operarios (a los cuales se les busca facilitar el
camino mediante esta nueva ley).
Conclusión
Luego de la realización y
finalización de este trabajo podemos llegar a la conclusión de que el fenómeno
de las empresas recuperadas o autogestionadas resulta muy importante tanto en
nuestro país como en el mundo, ya que, la recuperación de las empresas permite
que muchos obreros puedan conservar sus trabajos, lo cual para muchos
representa su único ingreso económico para poder mantenerse a ellos mismos y a
sus familias.
De lo contrario, muchas personas
perderían su trabajo aumentando así el desempleo y en consecuencia aumentando
la pobreza, lo cual puede llevar al aumento de la delincuencia, y diversos
factores que se van desencadenando de esta forma con el denominado efecto
dominó.
Sin embargo este fenómeno no es
siempre efectivo, debido a que, en la mayoría de los casos, los obreros no
poseen conocimientos específicos sobre la dirección de empresas ni poseen
capital para poder invertir en ellas, haciéndose muy difícil que la empresa
pueda mantenerse a lo largo del tiempo.
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